POETAS ARGENTINOS - ENTREVISTA: CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCN RADIO. LOS MIÉRCOLES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACIÓN
ANDI NACHON (BUENOS AIRES)
(de Goa, 2003)
lady
Tal vez porque apostamos a esas
cuestiones elegidas pero también
las dos o tres fatalidades y todo
el staff que nos soporta. Hablo de esa bolsita
flameante de polietileno, cómo protege
a la chica ucraniana
cuando cruza en la lluvia
la avenida y arrastra
el changuito de café. Ciertos asuntos: cómo esta mujer
llama belleza
a un perro tuerto.
(de Plaza
Real, 2004)
Santa Lucía: hospital de ojos.
– Santa Lucía, déjanos ver.–
Aquí donde esperamos todos
mientras afuera sigue febrero,
su luz brillante y restan más
de cincuenta números antes,
aquí, Santa
permítenos en la espera – a mí,
a los otros– cierta dignidad en bordes
poco limpios inhóspitos
rincones éstos de la pública
salud y heridas
por trabajos varios, soldadoras
o astilla
que es vidrio en tu ojo.
Permítenos sí
ver claro cómo
esto alcanzaría para todos. A
la espera con números
imposibles del cien al dos
diez cuánto
habrá más que esperar para ver?
Alcanza con el verde
pleno de febrero y alcanza para
más
éste estar acá. Guardia
médica en filas iguales: mi
orzuelo y el pañuelo
sangrante del hombre viejo. Son
de fajina
sus pantalones y uniforme, aquí
donde también él
tendrá sus sueños cuando espera
y vos
al lado le tendés otro pañuelo.
– ¿Es rojo
esto que veo? ¿Tiene el dolor
algún color?– “Santa Lucía, que
estás aquí
hecha por nosotros – para nos–
los que en fila
esperamos qué salvación:
déjanos ver un probable
tiempo para todos
donde también este penar
tenga su sitio sin apostar al
empuje
del otro para hacer lugar.” Y
hay algo
definitivo de barco hundido
aunque alcance
el gesto alcanza, decinos vos
Lucía, para en el otro
ser nosotros y así
la luz completa de febrero
no se opaque ni se sostenga más
esa regla del pobre
para otro pobre aplastar. Acá,
donde parches hablan miradas
cuando no estamos ahí
donde queríamos llegar. Qué,
Santa Lucía, nos podrá ya
justificar. Lavandina más
espadol, el alfajor que la nena
come inquieta en un rincón.
Ciento
sesenta y ocho escrito en
digitales rojos, suspiros
de la impaciencia al fastidio
porque nada
logra a veces ligar en dolor,
ni siquiera
cierta redención. – Pero
estalla afuera esta mañana
única de febrero, cualquier
posible
caminata al sol, el mismo aquí,
en esa
clínica privada siempre
aséptica y no
la salud no se paga
no debiera negociarse eso:
nuestra debilidad ante los cielos.– Santa
Lucía Santa, recuérdanos que
nosotros
y los otros igual moriremos. Y
alcanza
con alcanzarnos unos a otros
debiera, Lucía
ser suficiente aunque la madre
da un bofetón a la nena, en
esta calma chicha
tan parecida a sala previa
del huracán que borre toda
espera pero no. Vos
aquí ayúdanos a ver, no el ojo
emparchado de la nena
sino que a ver
vinimos aquí lucía: solamente a
vernos, los unos
en los otros ya que éste
espacio alcanzaría para todos
cuando casi esa mano
del hombre herido sobre el
hombro
blando de su chica alcanza
también estas entrañas, Lucía
aquí
vos despierta con nosotros.
(de 36 movimientos hasta,
2004)
Almita, levántate. Como si
pudieras
bajar el volumen, acallaras
tumultos
para que no doliera, no se
alcanzara ese
umbral donde todo
hace dolor. Almita: un tiempo
para que vos no seas, pierdas
el péndulo
firme del juego, su cláusula roja
“todos hacen
lo poco que pueden”. Pasemos de
ello
más claramente, pasemos por
esto. Almita qué cosas
negocian los días. Digamos
querida
no existe clemencia
en voces pequeñas, mi vida mi
alma
celebremos ciruelas
damascos y peras. Decía,
almita, un tiempo
para que no seas, el minuto
donde todos
hacemos
este poco que resta.
(de Volumen I, 2010)
La cura: es viernes, estoy
enamorada.
Una estrella el aloe en tu terraza
permanece firme su constelación voraz: crasas
cactus y cactáceas
abiertas a la tarde en dignidad. No hay
altruismo para el día a día, la helada o el viento norte en su caída
aunque ya todo sea resto –plusvalía– suavemente florecida
su incomodidad. De ahora en adelante buscarás
permanece firme su constelación voraz: crasas
cactus y cactáceas
abiertas a la tarde en dignidad. No hay
altruismo para el día a día, la helada o el viento norte en su caída
aunque ya todo sea resto –plusvalía– suavemente florecida
su incomodidad. De ahora en adelante buscarás
ligereza, liviandad
machacando a la manera de esos globos
fiesteros que al ascenso vemos a lo lejos
volar liberados por otros quién sabe hacia dónde
con augurios de buena fe o sencillamente
cierta felicidad. Más preciso: esos que aman
a la persona correcta y lo saben o mejor
todavía quienes aman
incorrectamente lo saben y deciden
amar igual. Criaturas raras
estas flores carnosas: rosas intensos, ásperos violáceos y espinas
claro que flores al fin, flores igual. Su aparición inesperada
este corto trajinar. Cada tarde
un final con su principio
el atardecer al oeste siempre y definitivamente
la pérdida resulta simple y a perder se aprende. Caerán las flores
algunas damas caerán: algo manchadas
al piso y despatarradas. Pero este viernes
mejor elegir ese instante del alóe
brillante contra las sábanas aireadas
su sincronización ordenada: tanta fe
para mantener una estación, esta temporada.
machacando a la manera de esos globos
fiesteros que al ascenso vemos a lo lejos
volar liberados por otros quién sabe hacia dónde
con augurios de buena fe o sencillamente
cierta felicidad. Más preciso: esos que aman
a la persona correcta y lo saben o mejor
todavía quienes aman
incorrectamente lo saben y deciden
amar igual. Criaturas raras
estas flores carnosas: rosas intensos, ásperos violáceos y espinas
claro que flores al fin, flores igual. Su aparición inesperada
este corto trajinar. Cada tarde
un final con su principio
el atardecer al oeste siempre y definitivamente
la pérdida resulta simple y a perder se aprende. Caerán las flores
algunas damas caerán: algo manchadas
al piso y despatarradas. Pero este viernes
mejor elegir ese instante del alóe
brillante contra las sábanas aireadas
su sincronización ordenada: tanta fe
para mantener una estación, esta temporada.
(de La III Guerra Mundial, 2013)
Soy buena copiloto, aunque no lea mapas y pasen
los carteles a la velocidad de la luz
nunca me duermo ni dejo solo
al conductor con su magia
en avanzada constante. Soy
buena copiloto y ya: desde los cuatro lo sé y cada
viaje o este único
largo viaje interminable
con su movimiento marcan
su propia realidad. Cuando fui chica la familia
nucleaba en su chevy naranja
el terror de la huida. Ahora
como toda copiloto sé
no hay viaje sin fuga y nada hay
que no haya
empezado en
algún dolor.
De un lila deslucido,
sorprendentemente tenue, irrumpe esta minucia
estalla en pétalos y de
vuelta
te trae a mi lado.
Caminábamos por Combate cuando el aire
todo perfume se hizo
presencia tangible y vos dijiste “un paraíso
como el de casa, en el
jardín”. Solamente en tus palabras
veré ese fragmento de
pasto, la familia canina o vos
y tu cara que sé
sonriente al teléfono
al sostener “algo
de esto aprenderé”.
Zorro viejo yo, en aprendizajes
no tengo tu fe y
desconfío
tozudamente de
cualquier dolor. Sólo estalla, en himno el mismo paraíso y pienso
en esa casa que no,
no conoceré. De repente
visibles, por todos lados, estos árboles altos
flores minúsculas y la verdad
filosa de ese aroma
que una tarde nos
unió. Morita me mira y pregunta si estoy
triste
Uñas violetas,
minúsculas: sacudís diez dedos
en alegría desnuda
la nena que hay en mí
no puede
más allá del único
deseo: buena fortuna
para el baño japonés
que propicia nuestro encuentro. Minúsculas
tus uñas violetas poco
saben
más allá de esto
agua tibia, espuma y
vos
decís burbuja. Me río y
te llamo manatí
así todavía en mí, la
nena
de amor poco supo y
menos del ejercicio
que ser amada implica.
Entrenamiento
este chapoteo: pataleás
feliz el agua tibia
tu cuerpito sobre mí
todo sonrisa. Violetas
las uñas de tus pies,
las de mis manos
violetas también. Nunca
tan cerca
nada antes y nunca
tanto el riesgo. Asciende vapor
al ritmo frágil de la
canción: uñas violetas gritás de nuevo
media lengua compartida
una
otra otra vez y así
para vos este único
deseo: amor suceda siempre
a cada encuentro.
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