viernes, 24 de mayo de 2019

ENTREVISTA AL POETA DIEGO ETCHEVERRIA (BUENOS AIRES)

ESCUCHA EL AUDIO:
https://www.youtube.com/watch?v=3azPdcUlO-Y&feature=youtu.be


POETAS ARGENTINOS: ENTREVISTA CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCNRADIO. LOS MARTES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACIÓN http://bcnradio.com.ar/

DIEGO ETCHEVERRIA (BUENOS AIRES)

SIESTA  
El verano dibujandose en la piel
y las moscas deleitandose en el dulzor
de las uvas estrelladas en la vereda de ladrillos.

Las incesantes chicharrasy el altoparlante 
un destartalado camión de sandías
derritiendose bajo el sol,
en medio de la calle de tierra.

Mi abuelo rodeado de chicos,
sentado a la sombra de la morera,
deshilvanando historias 
de Etiopía, Salerno y Musollini;
Los animales del África 
y las mujeres con el torzo desnudo;
su añorada Italia
y los años que perdió en la guerra.

En la calle polvorienta,
la ondulada huella del renombrado reptil 
y un crisol de mariposas nadando,
en el río de vapor que brotaba de la tierra.

Lo mágico habitaba las horas del día
y había un universo por explorar.
El sol nos sambullía en el area del porvenir.

PÁJAROS
El grito del chimango
y el llamado del benteveo
surcaron el cielo de mis días.

Al tero lo conocí cautivo,
un piolín a una pata y esa voz de alerta,
que más tarde escuché a cielo abierto.

El hornero y su fascinante alegoría
aún no me abandonan,
y un poema integro, merecen
las calandrias que morían enjauladas.

Las palomas no me incumben,
aunque siempre recuerde a aquella,
cuya sangre empapó mi mano
y un cuchillo me reveló su alimento:
Hormigas, maíz y escarabajos
en la fosa común de su buche.

Los gorriones estuvieron y ahí estarán,
son lugar cumún entre pájaros y amaneceres;
pero las tijeretas y los picaflores
son la mejor pincelada de un dios alucinado.

Canarios, cardenales y jilgueros,
fueron música en los patios de mi infacia
y mis registros más certeros,
dificilmente prescindan del loro,
cuya jaula pendía del naranjo.

Hoy, cuando la limitación terrena me excede,
está en los pájaros mi busqueda.

CRUZANDO PLAZA FLORES
Las oportunidades no se repiten
y esta certeza me desploma.

No tengo opciones para no equivocarme
y la acuarela de errores me atormenta.
¿Cual será el incierto camino
Que me lleve a tu memoria?

AGOSTO
Aprendí a contentarme
no solo en las alegrías,
si no también en certeza,
de que algunas tristesas,
terminan.
Saber que a este invierno
poco le queda
es la caricia del año.

SIN TITULO
Nos antecede y precederá
la triste vigencia
de las viejas canciones de lucha.

La siempre nueva
histórica traición,
los mártires y el fuego amigo.

La añoranza del fruto nuevo
en el árbol añejo.

YEGUA
Ella es el cauce
en el que confluyen
las virtudes antagónicas.

Inteligentemente bella,
racionalmente hermosa.

Es luz fulminea,
encandilando a los unos

e iluminando a los otros.

jueves, 16 de mayo de 2019

ENTREVISTA A LA POETA THELMA ENCINA (RÍO NEGRO / NEUQUÉN)

ESCUCHA EL AUDIO:
https://www.youtube.com/watch?v=80hYwbhJ4Cw&feature=youtu.be



POETAS ARGENTINOS: ENTREVISTA CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCNRADIO. LOS MARTES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACIÓN http://bcnradio.com.ar/

THELMA ENCINA (RÍO NEGRO / NEUQUÉN)


LENINGRADO
Curiosamente, en Leningrado
como un apátrida sin tierra
que busca la frontera de tu cuerpo
para estallar la guerra –frente a frente-
con la carátula intacta del otoño
y un poema de Borges en la boca.
Como en la antigua Rusia
camino desbocada y sin palabras
llena de sol y hojas marrones
perturbando el tránsito gris de los asfaltos,
apabullando los pétalos caídos de las flores.
Con la boina de aquél que supo ahondar las polvaredas
con su jinete rabioso en la emboscada
con el polvo frugal de la batalla
que supuró las balas sin las armas.
Con la fuerza de ser
en la virtud de desplegarme
como una víbora más en la selvática
ambición de poseerte y renovarte la causa
para que, al fin, me veas –así- sensata
con las ideas librescas, las banderas,
con las piernas resueltas y dispuestas
a cruzar la montaña,
cuerpo a cuerpo, los dos
-bien adentrados-
supurando despacio
la saliva dispersa
y la espuma chorreando
sobre el monstruo en la nieve, congelado.
     En Leningrado
salvándonos,  apenas,
galopando  trineos
a punto de encontrarnos sobre el caballo alado
a punto de salir o de partir.
  Así solos y salvos
de las abejas que clavan su aguijón
sin ropajes ni cielo sin proclama ni estanque
con la llama del fuego
reviviéndonos muertos.


“Y si el amor fuera una ilusoria invención
creada por la sabiduría popular?”

El animal se mete
se introduce
en la largura de mi saxo
la recorre, la profana
la bebe, la sangra
le inventa chozas de arteria
en el camino
y la confunde
con la sonoridad de la lira.


Un atentado de hombres
sobreviene sobre mi sien
inflamado de ideas.
yo los dejo
llegar y afincarse
sobrevolar el cielo
y por qué no? Aterrizar
en la ilusoria sensación
del disparate.


No podrán evitar
que olvide su perfil,
la escultura de su cráneo,
el interior de su hipocampo
el adiós de su viaje en el desierto,
la indiferencia de su cauce,
el destino de su cuerpo,
el desborde de su sexo,
el fluir de su torrente
excedido por la furia de la nube.
No podrán evitar
que recuerde el sonido de su soledad
y el crepitar de sus campanas
agrietando las guitarras.
             No podrán evitar
que adentro de mi vaso de cristal
contenga su quietud y su huida
su paso figurado
sus pesadas manos construyendo
la silueta del pasado.
No seré yo quien arroje al olvido
el redondel de sus ojos
girando sobre el mundo.
  

Mi sangre
entre tus piernas
  corriendo
como chorros de lluvia
  (sin color)
m o j á n d o t e.


A quién culpar?
Solo la vida
muestra su dentellada
en el preciso momento
en el que la ferocidad
tiene apetito.


La humanidad no está perdida.
Está desencontrada…

El lobo aulló
en el obelisco de la ciudad
mientras el hombre
le abría las piernas
con sus manos
hambrientas de cucarachas.


Cuando surgió el susto
     dios se inhibió
y con el barro
     solo pudo
construir al hombre.


“No hay resignación para la muerte.
Para ninguna muerte”

Morir tatuado

Un dibujo es un exilio
un cautiverio apócrifo del cuerpo
una manera apropiada de estar preso.


Vi la sangre
  la mancha
los redondeles de las manchas
la sangre liberta    amotinada
      dispersa
la sangre salida de sus puntas
    la roja tinta del abasto
    la expresión de la herida
    los redondeles desiertos
      disipados
desparramados y adversos
llenos de agujeros derruidos.
Vi la cerrazón, la niebla gris detenida
     en la garganta del diablo
 la imagen fantasmal de él
rompiendo el himen del cíclope
en el momento en que yo
abría mi ojo de pirata.
   Vi el salto del duende
la soberanía de su espacio
el verde de su cuerpo subsumiendo
la inmediatez de su sexo madurando.
Vi el fruto de Adán proyectado hacia la cima
la vergüenza de Eva y el voraz desatino,
        la sed de la cascada
        el vendaval recluso
  y la inminente excusa de la sangre
chorreando redondeles salidos de su cráneo
        Vi el fondo de sus ideas
               s a n g r a n d o

(Del libro JUNGLATURAS)