martes, 25 de octubre de 2016

ENTREVISTA A LA POETA VIVIANA AYILEF (CHUBUT)

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https://www.youtube.com/watch?v=DtLtCijX85U

POETAS ARGENTINOS: ENTREVISTA CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCNRADIO. LOS MARTES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACION http://bcnradio.com.ar/

   VIVIANA AYILEF (CHUBUT)

ARTE POÉTICA
La poesía viene después. 
Antes están los eternos compañeros, 
las miradas de los hijos, 
los viajes extendidos por los hombres, 
—entre sus sombras, 
sobre sus cuerpos, 
por sus historias otras—. 

Y la palabra 
—siempre— vendrá después: 
antes la lluvia, el desplazarse. 
Vivir migrando entre lo propio más ajeno: 
en las ausencias, 
en los despojos. 

Porque si viene, 
aunque tardía, 
toda palabra llegará 
únicamente 
para calmarnos. 

Antes la sed.
Antes,

la vida. 

LOS NIÑOS NUEVOS 
El rostro
noble
de un hijo nuevo
estalla como colores, 
arcos de iris verdes, 
refracciones de luz. 

Estalla como caminos plenos 
con avispados sauces, 
que -felices-
se sublevan, Galileo. 

El rostro
nuevo
de un niño noble
remonta barriletes por los azules aires en la siesta
y vuela hacia lo lejos, 
para poblar con panaderos 
el invierno. 

El rostro 
niño
de un hombre nuevo
restaura barcos de guerra, heridas, 
ausencias tantas:
huecos
sociales. 

El rostro
hombre 
de un niño nuevo
nunca podrá brillar, curar dolores, 
beber agua de manantial, regar sonrisas
contar o crear cuentos
—nunca jamás—. 

Los niños nuevos
tienen la libertad
de andar carita al viento
con todo el sol que ampare
sus siluetas 
correteando
hacia el atardecer de la mirada
del adulto 
que más tarde serán

sólo más tarde—. 

ENTREVISTA AL POETA FERNANDO TOLEDO (MENDOZA)

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https://www.youtube.com/watch?v=Ywrv6P6Wbm4

POETAS ARGENTINOS: ENTREVISTA CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCNRADIO. LOS MARTES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACION http://bcnradio.com.ar/

    FERNANDO TOLEDO (MENDOZA)

1

Expuesto y escondido como todo el que viaja en la noche
Voy recogiendo partes del mundo tiradas en el camino
Piedras que no han merecido el viento
Rostros que se repiten y son siempre una máscara
Voces que nos llaman pero sólo a una acudimos

Nada encuentro /como todo el que busca/ y por eso insisto
Con este vicio nómade estancado en la partida
Perdiendo a cada paso lo que sigo sin hallar
Vuelto de espaldas contra la senda borrosa
Que traza una línea rota alrededor del cuarto
: La nave incendiada que estoy por abordar
: El barco sin bandera y sembrado de pañuelos
: El pozo donde la ausencia teje su velo
Y lo tiende en la ventana para que la luna no entre

Voy lamiendo una llaga con gusto a sal Dibujo las pisadas
Que antes no he dado No llego Nunca llego
Repito frases sueltas que ni siquiera recuerdo
Y las copio en un cuaderno como una bitácora

Viajo en la noche para tener los ojos cerrados
Porque quien viaja no quiere moverse
Porque lo que persigue la mirada es la sombra

Viajo de noche y mis pasos suman una cifra infinita
A punto de alcanzar el cero Viajo sin saber
Porque en la oscuridad las formas se confunden
Viajo como quien deja que un fuego se extinga
Viajo como nada el agua en un río de peces

Tengo prisa Escribo para andar más lento
Leo viejos mensajes que dicen «Ya es tarde»
Nada encuentro Mi cuerpo /manos ojos piernas boca sangre/
No tiene herramientas para llevarme a sitio alguno
Pero sé que mi cuerpo es la única herramienta
Es un horizonte rendido que no retrocede
Una caja sin fondo llena de cosas inútiles
Una ropa empapada la suave caída por una pendiente
Una palabra que ha quedado fuera del poema

Por eso es de noche y ando Por eso tengo prisa
Por eso viajo en mi cuerpo y aquí me quedo.

ACTO REFLEJO

Cuando se oye sonar la propia música
En un lugar ajeno y no hay espejos
Que confirmen la supuesta presencia
En este cuarto de poema y fiebre
Cuando una letra cierra la palabra
Y sólo sigue un largo espacio en blanco
Cuando el tiempo es la secuencia del caos
Cuando todo es deuda y sólo resta
Conservar el doble punto de apoyo
Que este suelo concede indiferente
Cuando la noche es un acto reflejo
Vuelvo a escribir ¿Para mí? ¿Para un otro?
Nadie lo sabe: igual vuelvo a escribir
Hasta escarbar Hasta desenterrar.


ENTREVISTA A LA POETA MARIA DEL ROSARIO ANDRADA (CATAMARCA)

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https://www.youtube.com/watch?v=9cV-pmNYFCY


POETAS ARGENTINOS: ENTREVISTA CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCNRADIO. LOS MARTES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACION http://bcnradio.com.ar/

MARIA DEL  ROSARIO ANDRADA (CATAMARCA)

Cuando el sol traspasa las cumbres
salgo con la leche cálida de mi tazón
a mirar los teru teru
como aquellos días cuando mi padre
atesoraba una pareja
en el fondo de su casa
ellos picotean las migas empapadas
el macho acaricia el cuello de la hembra
que sigue a su lado
y se aleja para devorar una hormiga
escarba la hierba húmeda
y en el tanteo inmoviliza una lombriz
tironea y un hilo fino sale de la tierra
la presa soy yo
en este instante devorada
engullida
tomada de un picotazo
aquí
al pie de la cumbre del Ambato

...

Dios que te ocultas
en el cerro más alto
y te asomas de a ratos
déjame embriagarme
extraer de la pulpa divina
los recuerdos de mi infancia
soy la niña que juega
con asombro
mi madre sosteniéndome
en sus brazos
para no caer al abismo

ENTREVISTA AL POETA GONZALO UNAMUNO (CABA)

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https://www.youtube.com/watch?v=0vc6epdCSxg

POETAS ARGENTINOS: ENTREVISTA CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCNRADIO. LOS MARTES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACION http://bcnradio.com.ar/

   GONZALO UNAMUNO (CABA)

36
Esa mañana
también me desperté sin ganas de hacerlo,
como todas las inmediatamente anteriores,
no sé bien por qué.
Pero lo hice, no pudiendo elegir.
Era el insomnio supongo,
pero muy probablemente otra cosa,
esa cosa que lo provocaba.
Salí de casa oliendo mal,
generalizadamente.
Tenía el pelo duro y graso,
como encerado,
y tanto mi pantalón
como mi camisa blanca arrugada,
olían a humedad.
Iba hinchado
por la sucesión de asados por las noches
y de abultados platos de pasta
durante los almuerzos.
Iba denso por la falta de ejercicio y cargado,
opacado, por el tabaquismo maquinal y diario.
Iba pálido, sin sol. Pero iba.
Los días entonces
parecían querer imitarse los unos a los otros
con cómplice cinismo.
Llegaba a las diez de la mañana
hasta la puerta donde fumaba el primer cigarrillo
a la vez que me mentalizaba
para tolerar la crónica enferma de lo periódico.
Una vez arriba, octavo piso,
me encontraba con la mujer
que siempre hacía el mismo comentario.
Vos  no dormiste, me decía.
Y yo, para qué ocultarlo.
Sin contestar, preparaba café
y acercaba los diarios a mi escritorio.
Los teléfonos sonaban, incesantes.
Los ventanales daban al obelisco
como en el arquetipo de la postal porteña.
El tránsito proseguía su hartante historia.
El personal actuaba en concordancia a su mala paga.
Alguien se quejaba o reía falsamente,
otros, hacían más de lo posible.
Todo era el conflicto permanente,
la desazón perpetua.
La vida de esos días
abrumaba los días de la mía.
La poesía resistía desde un lugar con tu nombre.


66
El vaso largo,
único de su camada que sobrevivió
y que ahora
las diminutas moscas de la mañana circundan,
está sobre la mesada de la cocina
con un resto de pulpa de naranja en su fondo,
señal inequívoca  de que mi mujer ya desayunó
y salió rumbo al trabajo.
Con yerba húmeda hasta el tope,
el porongo del mate está algo tibio,
lo que llevaría a un avezado detective,
tanto como a mí,
a inducir que no partió hace mucho.

Por acto reflejo,
como si todavía pudiese alcanzarla de una corrida,
voy a pegar una revisada a la escalera
por la que acabo de bajar.
Tal vez lo haya pasado por alto, me esperanzo.
Pero no.
No me dejó ni un centavo.
A veces se olvida
o tal vez haya perdido la costumbre,
pero no puedo reprocharle nada.

La cafetera
por suerte contiene el suficiente café
como para uno doble,
lo que me tranquiliza,
porque es mi único desayuno.
Busco el azúcar mecánicamente
y pongo el café a calentar.
Mi pene, semi erecto, cercado por el slip,
parece haber soñado de forma independiente
aventuras que yo no recuerdo
o que no quiso compartirme.
Lo rasco por hábito, con suavidad,
y se ablanda.

El día es aparentemente gris,
obviedad que advierto a través de la ventana.

El perro, probablemente triste,
duerme ladeado en el patio,
en el hondo rectángulo bajo la parrilla.
Imagino que así muere un perro que muere de sed,
pero al más mínimo sonido que alcanza su oído,
abre los ojos y hace bailar apenas la cola.

El diario está abierto y desordenado
sobre el sofá del living principal,
lo que aumenta su ya de por sí natural incomodidad.
Leo los titulares casi a la par
de los sorbos que doy al café
buscando dar con uno
que concite mi atención. Pero nada.
En cambio,
me detengo en una noticia tétrica
pero de estilo habitual.
Un joven de quince años asesinó a otro,
de quince también,
de dos certeras puñaladas en el corazón.
Según dice el diario
que dijeron los vecinos de la zona,
la tragedia se desencadenó
por un problema de polleras.
-¿Ya a los quince?-
No explican más que eso
y tampoco hay mucho más que explicar.
Todo se fue al carajo, pienso.

La televisión, por más que me cueste,
necesito encenderla.
Por más que lo sepa, es útil hacerlo;
es la demostración verdadera
de que hay cosas que están sucediendo pese a mí
y que desconozco.
Y su ruido de fondo,
su cortina musical
y el timbre de voz de la morocha del noticiero,
tan temprano,
me quitan la sensación de soledad absoluta
y me aggiornan de que, efectivamente,
nada fue resuelto por nadie.

Como, salvo que mis órganos genitales apesten,
nunca me baño por las mañanas,
gano tiempo y me relajo
mientras me doy a la dura tarea de asentarme.
Ya en mi dormitorio
elijo lo que voy a vestir durante el día.
Un par de zapatos algo estropeados,
negros, una camisa blanca,
un pantalón de vestir y un saco sport.
Calzándome el pantalón
despido una flatulencia conmovedora,
que se repite intermitentemente
durante toda la subida,
como si tuviese un infrenable acceso de tos anal.

Al ver el contenido de mi billetera
recuerdo con cierta pena
lo que pensaba la noche de ayer.
Pensaba, entrada la tarde de hoy,
invitar a un amigo
a tomar unas cervezas por el centro,
pero no creo tener lo suficiente.
A decir verdad tengo,
pero bajo llave
y con la estricta promesa de no ser utilizado
más que para la compra lejana de mi primer auto.
Así que, mal que me pese,
no voy a hacer la invitación.

El baño es la parte más fría de mi casa.
Mi meo mañanero
suele ser de un intenso amarillo,
bien cargado, poderoso,
pero hoy no es así.
Es transparente, cristalino,
como si hubiese tomado litros de agua
o de Sprite,
o como si pudiese ser bebido
con dos cubos de hielo
y una rodaja de limón.
Al verlo golpear contra el agua del inodoro
me congratulo
y me alegro de pensar ridículamente
que todo está en orden adentro mío.
Inmediatamente después,
paso a la etapa final de la mañana en mi casa.

Enciendo el primer cigarrillo
y, siempre que lo hago,
pienso en uno que me dijo
que es altamente dañino fumar por las mañanas.
Para mí, es algo imposible de evitar.
El humo entreverado
en la superficie de mis pulmones,
la nicotina y el alquitrán adhiriéndose a sus paredes,
son quienes me indican
que un nuevo día me fue dado a vivir.
Busco mis llaves, el portafolio,
la agenda y el teléfono celular.
Calzo mi reloj en la muñeca izquierda.
Me cercioro de que todavía estoy a horario
y maquino con encontrar
un asiento vacío en el subte.
Me rocío muy por encima con desodorante.

Ya casi listo,
me cepillo los dientes,
me acomodo el pelo
y coqueteo un poco frente al espejo.
Llegando a la puerta de calle,
antes de introducir la llave y abrir la puerta,
hago lo que siempre;
Me pregunto qué es lo que mierda
vine a hacer al mundo.





viernes, 14 de octubre de 2016

ENTREVISTA AL POETA RICARDO ROJAS AYRALA (CABA)

ESCUCHA EL AUDIO:
https://www.youtube.com/watch?v=RryjZPtrll0


POETAS ARGENTINOS: ENTREVISTA CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCNRADIO. LOS MARTES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACION http://bcnradio.com.ar/

RICARDO ROJAS AYRALA (CABA)

Horror vacuii

Gagarin sabe que la tierra
no es más que una quimera de los hombres,
confinados a este mundo, tan confiados.
Hay algo allá afuera que da pavura,
¿eso será lo que realmente nos mide?
Tan diminutos
los magníficos emprendimientos humanos,
aun los mil seiscientos kilómetros
de la gran muralla china resultan,
en la altura,
un insignificante verme...
Gagarin sabe pero no cuenta,
nada dice,
nada,
apenas sopla su té
que sorbe con estudiada parsimonia.


Tibias porfías

El viento y Plinio:
en el medio de tal porfía castillos, médano,
cuentos y espejismos sospechosos de toda laya,
pájaros que no pueden ser imitados, sirenas, moros,
moscas, ruda soldadesca, molinos,
animales de fuego, toda la china inexplicable,
otros animales que son del mandarín,
un mentiroso llamado Marco Polo
y un espía conocido como Mr. Burton,
el adelantado Don Pedro de Mendoza,
el alba y la aurora, rezos incomprensibles,
infinitos negros con tambores y grilletes,
una montaña de té, las tres gracias,
la peste bubónica, dos monos caí, (...)
Ho Chi Minh, y la nada espesa.
Tantos años después:
piedra sobre piedra en el pellejo del hombre.
¿Con cuál argumento exacto,
más drogados, emperifollados y soberbios,

alguien pretende detener lo que sopla?


ENTREVISTA A LA POETA TERESA LEONARDI HERRÁN (SALTA)

ESCUCHA EL AUDIO:
https://www.youtube.com/watch?v=teksxkh--cg


POETAS ARGENTINOS: ENTREVISTA CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCNRADIO. LOS MARTES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACION http://bcnradio.com.ar/

TERESA LEONARDI HERRÁN (SALTA)

Canciones para Joaquín
        A Joaquín Giannuzzi


Vino la abeja con su aguijón de nieve
que en disímiles tiempos ya cose nuestros ojos
hasta que por mí ella regrese
tejo el manto de besos que volverá a abrigarte.

...

El corazón desollado
desciendo del Árbol
De la rama más alta,
vos jaguar inocente, me decías adiós
con tu pañuelito de fuego.

...

Qué importa si insomne me sorprende el alba
quemándome en el fuego
de tu dulce memoria
si sé que cuando el mundo ya no sea
todavía será mi corazón que te ama.

...

El tajo de sombra
que desanuda nuestros cuerpos
es anillo nupcial que siameses nos vuelve
a la matriz sin tiempo.

...

Adumbra oh noche
adumbra aún mas
que tu carozo oscuro es claridad

junto a mi corazón viudo del sol.


REGRESO DE ORFEO

Crecía en el aire el agua de una campana
al principio imperiosa luego suplicante
volcando su claridad merovingia en los oídos
salvo en los de la vieja cuidadora de gansos
mujer de la edad de piedra con su rito
de honrar a los dioses pastoreando animales)
confundiendo a los gallos heraldos
que anunciaban el huevo de una mentida lluvia.
Tú venías es esa agua convocadora de otros tiempos
nombrándome como entonces (cuando habitantes
de un idéntico sueño)
“aquí yace Teresa esa es la tierra que hoy araron sus ojos
hoy ocupada por su cuerpo”
antes ay mucho antes de que emprendieras el viaje a los
infiernos
Para buscar a eurídice
y ahora regresabas diciéndome
que la habías perdido para siempre.
Poco a poco tu rostro como un humo
fue cuando el felino memoria como una hijo pródigo
volvió después de amargo viaje a la guarida del olvido
y solo retuve parte de su plateada cola
una mecha de su pelaje azul
batíscafo con el que desciendo a un abolida tiempo
donde tu claro corazón aún vive
edificando el vuelo de los pájaros.

EL CORAZÓN TATUADO

Por haber viajado por tu sangre
Conozco muchedumbre de soles
Oh viejo Ptolomeo celebro tu verdad
El universo gira alrededor de este animal terrestre:
El ciego y haraposo niño eterno que habita entre nosotros
Ahora que no estás
Llego al puerto de una Hiroshima devastada
Se desovilla el invierno nuclear
Estalla la memoria del paraíso que me habitó
Los días mezclan sus aguas
Ignoro si aún navego o he varado
"Amor construye un cielo
en la desesperación del infierno"
escribió Blake hace un siglo con tinta en mi corazón.