lunes, 15 de abril de 2019

ENTREVISTA A LXS POETAS PATRICIA SUÑER Y RICARDO DIAZ MONTARTE (BUENOS AIRES)

ESCUCHA EL AUDIO:
https://www.youtube.com/watch?v=z8Zcor1jSSM


POETAS ARGENTINOS: ENTREVISTA CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCNRADIO. LOS MARTES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACIÓN http://bcnradio.com.ar/

¡30mil Veces Literatura!

   PATRICIA SUÑER (BUENOS AIRES)


Y NACIMOS MUJERES, semejantes a la tierra fértil,
que engendra semilla y al mundo da fruto.
Y nacimos mujeres, sintiendo dolores de parto,
Defendiendo con garras y dientes,
Cuando con nuestros hijos se meten.

Fuertes somos, semejantes al roble
Que ni el furor del viento doblega.

Y nacimos mujeres
Pieles entonadas, oscuras y blancas
Representamos naciones, liderando.
Vestimos guardapolvos blancos

Y nacimos mujeres
Con ovarios bien puestos
Para gritar lo que sentimos sin miedo.

Y nacimos mujeres
Para que las que “vivas” aún hemos quedado
Seamos voz de las que ya no las tienen
Porque se la arrancaron abruptamente
A golpes, quemándolas, injuriando su dignidad,
tajeando impiadiosamente su existir
hasta yacer desangradas de dolor.

Y nacimos mujeres.
Algunas luciendo pañuelos blancos,
Reclamando justicia. Otras pidiendo “libertad”
por las que encarcelan injustamente.

Y nacimos mujeres.
Cada día nacemos, y luchamos.
Cada día morimos, pero resurgimos,
Por siempre mujeres!

CRÓNICA DE "UNA MÁS.

En su cuerpo, en su corazón, en su alma...
como con balas de goma
a quema ropa, y a golpes
le fueron desgarrando la tersura de su piel.
Como estruendos detonados,
dejaron rastros imborrables
en sus oídos,
sin poder escuchar cada mañana
las melodías angelicales
de los pájaros que ansiaba.

En su cuerpo, en su corazón, en su alma...
uno a uno, les fueron amputados sus dedos,
no pudiendo acariciarse,
ni acariciar los suaves cabellos
de sus hijos.
Sus manos se agrietaron
por tomarse de las puertas enrejadas,
buscando la salida
a la pesadilla que la aquejaba.
Y no pudieron ser ya nutridas
por almendras en pulpa.

En su cuerpo, en su corazón, en su alma...
Sus gemidos de dolor,
como quemaduras de agua hirviendo,
¡ni uno sólo los escuchaba!
Salvo, aquel chacal impiadoso,
ciego atroz y ruin furioso,
que le tapó su boca ensangrentada,
con esa almohada color blanca,
donde cada noche
apoyaba su conciencia,
con el pánico de ser asesinada
por el hombre que ella amaba.

PIEDRA

Atascada en la garganta
como cicatriz,
supurando espuma blanca,
así, así es esa galga;
que asfixia,
            arde,
                        congoja,
                                   aprieta
el único orificio,
que implica vida.

¡Rompe los lagrimales,
el llanto protector!
Ese que despacha lágrimas,
por doquier.

Lágrimas liberadoras,
que devuelven la respiración.


MADRE E HIJO

Lazo inigualable.
Ambos se necesitan.

Ella cubre sus exigencias
de vida, con la dulce espera
de un amor perenne,
con sabiduría innata,
que nada, ni nadie, podrá apartar.

Él, inocencia divina,
succiona savia materna,
raíces profundas, puras,
que fecundan su existencia,
floreciendo en su interior
con las más fortuitas flores,
que el día venidero,
seguramente, agradecerá.

¡Cuán intensa es la vida!
¡Vida... que has dado ya!



     RICARDO DIAZ MONTARTE (BUENOS AIRES) 

CREEMOS [CREEMO’]

Creemos en la biológica gratuidad
del inicio, del durante, de los fines y los finales.
Creemos en la laica razón del prólogo siempre optimista;
en la matemática lateral de las cuentas efectuadas.

Creemos en la raíz literaria de lo social;
en el “aparato digestivo” de los bienes culturales.
Creemos en la química creativa de las mesas arrimadas;
en el derecho que genera la sola existencia del embrión.

Creemos en la fantasía con motor fuera de borda;
en lo consensuado de la ficción y el lenguaje cultural.
Creemos en el ejercicio mental que le pifia a las teclas;
en la justa reparación de las necesidades insatisfechas.

Creemos en las lúcidas propuestas de los dementes;
en los agitados latidos de la tiza y el pizarrón cuando se besan.
Creemos en la jovial apuesta de la ciencia inexacta;
en las ganas de ser felices y de divertirnos
con las alocadas “mentiras” de los poetas.

Creemos…
en la entrañable vigencia de las utopías de pupitre
y en la inclusión educativa de los pueblos.


eres la escritura angular de una parte de mi ser,
escríbeme sin miedo,
escribe de amor el cuaderno de mis días
en esta madrugada naciente y sus motivos
que el sol del día nuevo
no conseguirá opacar el tilde mágico de tu figura.

dibújame con tu arte, ya.
rubrícame de literatura, hoy.

eres MI ESTRELLA DE LA BUENA FORTUNA,
prosigue escribiendo tu risa laboriosa en mi mente,
y el argumento de las avenidas agitadas en mi corazón,
con la dedicación de tus besos refinados
en el impulso exquisito del vértigo conjunto.

no quemaré la biblioteca de amor
que has escrito en lo profundo de mi ser.



NUNCA IMAGINAMOS LA FESTIVIDAD DE LA RISA
ni el sendero dual,
ni la pasión estrecha de lo uno,
ni el proyecto de lo próximo en lo otro.
tampoco este fuego en la penumbra,
ni la tierra mojada por el viento,
cuando la rúbrica celeste de todo cantar
y la redención de nuestros pesares.


no puedo ceder a la tentación de pensar
en el libro abierto de tu alma,
en la calle favorita de tus labios,
en el corredor apacible de tu mirada,
en el vestíbulo plateado de tus cejas,
no puedo impedir apasionarme
viendo tu cintura
escrita en el papel,
grabada en la diagonal de ternura
que se forma a partir de tu antebrazo
siguiendo hasta colmar tu palma,
adornada con una nube
descolgada del cielo la semana pasada,
no puedo dejar de escuchar el llamado
de la puerta de tu ser, por si acaso...



el eje temático del cosmos
en tus ojos, ya.
mirar, mirarme en cada parcela,
el verbo preparatorio.
mirarte, cielo naturaleza.
como manantial,
tus caricias en mis labios.
nuestra forma preliminar.
sí.

la panacea de tu amar
en mi alma
es pan oracional,
todo lo que es
en su condicional
y quienes somos
en la semantización de nuestro andar.


aún cuando en ocasiones,
eres toda torbellino,
así, también, te transformas
en oasis manso,
ya sumergida en la caricia
de esta pasión perimetral.

fresa madura en tus labios, la palabra;
gloria de las cartografías, tu figura amanecida;
agua pura, esta impecable melodía,
labios eternos, tu peregrinar en mi mirada.

cita bendita en el angelado minuto
de la gracia concedida, nuestra ilusión
arropada del verbo manuscrito en el papel
de esta terrenal celebración y su cadencia.

emperatriz de la ternura,
en esta misa blanca, sacrosanto magisterio
de nuestro amor.


estoy pensando en troquelar
un barquito de papel con alas grandes,
¡grandotas! ¡gigantes!
con alas capaces de planear
sobre la marea alta,
capaces de despeinar la sortija del viento en contra
resoplando su aire fresco
en la suprema cumbre de la calle llamada "anhelo".


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