miércoles, 22 de agosto de 2018

ENTREVISTA AL POETA HUGO TOSCADARAY (CABA)

ESCUCHA EL AUDIO:
https://www.youtube.com/watch?v=EgIg_JvzYtg


POETAS ARGENTINOS: ENTREVISTA CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCNRADIO. LOS MARTES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACION http://bcnradio.com.ar/

HUGO TOSCADARAY (CABA)


SOBRE LOS OBJETOS HALLADOS EN LA COSTA

he aquí el zapato negro del negro pájaro de Kansas.
en él se pueden oír:
- el abrir y cerrar de los párpados del encantador de serpientes
- el dedo del jardinero batiendo la casa de los escarabajos
- la rodadura final en los durísimos labios de un viejo
y cansado trompetista
- el jadeo de una vendedora de cosméticos en la mente
de un hombre desesperado
- el roce de los dedos acariciando la copa en un pub
solitario de la calle 52
- el mortal jaque de un blues clavándose en la ojera
del amante
- el rugido de un cádillac de piernas afiladas demoliendo
la torre del bebop
hoy el zapato negro
es un animal delicado de cabellos de sal
flotando sobre la arena
con la arrogancia de una cama de bronce.

(de “La isla de la sirena de las escamas de fuego” - Colección elefante en el bazar, 1995)

TRAMO CUARTO:
EL ÍNDICO MIRA CON SU OJO DE TRASATLÁNTICO
QUE SE DESLIZA POR UN SILENCIO DE ALGAS.

dice que debo lavar mis ojos en abu qutub
para poder tocar su cuerpo.
la sulamita dice estas y muchas otras cosas.
la sulamita es pequeña /
pequeña ante el desierto pero
es grande / grande la sombra que delatan sus axilas
y fresca y dulce
como duraznos bañados en negro vino grueso.
y su vientre /
su vientre es un oasis.
es abu qutub ella cuando hace alivio en mí
cuando hay su sombra en mí
cuando me moja.

(de “Naufragario” - Editorial Turkestán, 1997)

ADÁN Y EVA ENTRE EL CASTIGO Y EL ÉXTASIS

Con la palabra y su filosa piedra construí un hueco donde durmieran.
Con estrellas innumerables les fabriqué un techo para el amor.
Para que se soltaran puse al mar y su fragancia de sal y puse al viento.
Plantas y animales fueron para que ambos crecieran en los otros.
Y los dos así me pagan probando la esfera deleznable del deseo.
Así me han postergado por adorar a venus
después de prodigarme en ofrendarlos.
Sabiendo que jamás tocaré cuerpo de mujer ni hombre.
Sabiendo que jamás nadie ha de tocarme.
Burlándose de mí entre susurros.
Diciendo al señalarme:
padre dios el eunuco.

 (de “Amantes zodiacales” - Premio Diario La Nación, 1998)

LOS DÍAS MUERTOS

Escribo que te amo mientras bebo el secreto licor del desvarío.
Escribo bajo el peso suspendido de tu ausencia
—escorpión alado y mudo—
Escribo que te amo en la noche anegada y afirmo:
Tengo corazón que tiembla y suda
como un caballo rojo.
¡Oh corazón mío!
¡Caballo palpitante y mojado!
¡Matungo de nubada enrojecida!
Le haré una pampa, con éste, tu silencio
escribiendo que te amo,
inclinado y solo,
 semejante a un puño hundido en la noche anegada.

(de “La balada del pájaro tinto” - Ediciones del Viento, 2005)

PAGODAS

Yukio Mishima ingresó en el pabellón dorado
buscando la huella del samurái perdido.
Yukio Mishima solía decir que añoraba el pasado porque amaba el futuro.
Él sabía —o al menos presentía— que esa huella
lo llevaría hasta la barba misma de las tradiciones más puras
que su gente dolorosamente había olvidado.
Yukio Mishima comprendía o se esforzaba por imaginar
que con esa búsqueda su pueblo recobraría la felicidad.
Yukio Mishima —ahora el poeta Yukio Mishima—
ingresó en el pabellón dorado buscando la huella del samurái perdido
y encontró la rebelión y mudó en harakiri.

(de “Elogios” - Ediciones Homo Ludens, 2015)

No hay comentarios:

Publicar un comentario