jueves, 10 de octubre de 2019

ENTREVISTA A LA POETA ROMINA OLIVERO (BUENOS AIRES- NEUQUÉN)

ESCUCHA EL AUDIO:
https://www.youtube.com/watch?v=nilmntM9dW4


POETAS ARGENTINOS - ENTREVISTA: CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCN RADIO. LOS MIÉRCOLES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACIÓN

ROMINA OLIVERO (BUENOS AIRES- NEUQUÉN)


Oración a la Santa Difunta Correa (Creer o Reventar 2013)
Señora mía
que en ríos de leche navegas
que entre botellas plásticas reinas
escucha mi plegaria lactante.

No hay descanso para nosotras
si el mundo vende el agua embotellada
casi tan cara como el whisky.
No hay esperanza
si se promociona
la leche de fórmula sólo para las ricas.

Te imploro, Deolinda:
llena de líquido mi cuerpo cansado
es que mis pechos ya están secos
y mi hija sigue con hambre.

Difunta Correa
yo también
muero de sed.

Patagonia, año 3015 (Acá es Así / 2016)

un vértigo de aire pesado
silba furioso
despeinando lanas entumecidas

vuelan los pocos grillos que quedaron vivos del tiempo del sol
secos

una oveja gira su cabeza 360 grados
(la deben estar reiniciando)

Newsflash (Acá es Así / 2016)

Están criando pollos sin cabeza
en 40 días los sacan al mercado
no caminan
                y vos te los comés
                y yo me los como.
             
Son doble pechuga
sabor posverdad.

Soy un pollo
un pollo de feedlot
vivo en una jaula de 20 por 20
con otros cinco
pollos neoliberales
productivos todos.

A los 6 días de vida nos cortan el pico
prevención de violencia avícola le llaman.
En 40 días soy góndola
moriré y seré Wallmart.

A veces
junto a mis caducos hermanos
clones de pollo yankee
 inventos de laboratorio
nos desquisiamos al extremo
soñamos con que algún día apaguen la luz
nos picoteamos las heridas entre nosotros
                             de pasados de rosca nomás.

Enrique murió hace dos días
(si, ese era su nombre)
no se dieron cuenta y sigue en la jaula
(no lo picoteamos por respeto).

Nacer pechuga.
Ser hormona y antibiótico.
Ansiar el golpe final.
Transformarse en una cena
que alguna macabra madre pondrá en la mesa familiar
para comer angustias
y engordarlas
hasta explotar.

Alacrán nocturno (Estacion Limay 2017)

¿Qué lluvias se encontrarán en la hora?
¿Cómo escandir algún otoño de nieve?
Los fluidos apuntan al sueño
despistando al anuncio de liquidación 2x1
¿Estacionará justito
frente a la conveniencia?
Calla /otorga mientras sufre
 un alacrán mordiendo  sus venas frías.

La rabia envuelve recuerdos vacíos
en la estación que florece
y despierta papel  blanco
hacia abrazos de aire frutado.

alacrán de primavera
estación de avivarse
encontrarte vivo y con hambre
habilita cualquier rincón
de carozo enrojecido
alacrán deseo tibio
volvé a despertarme mañana
desayuno  tu rapiña
de fluidos descompuestos
alacrán de mi noche
extirpame estas lógicas
de fantasma envejecido
yo me acuesto tempranito
y te espero con el sueño.

(dorado en sus puntas 2019)

cronómetro de piel este horario que nos damos
cronómetro
termostato regulable que altera calores irreales
un cuerpo
entender un cuerpo en sus trabajos del día
lo que dice lo que piensa lo que hace lo que deja
tiempo de cuerpo
arrastrarlo en labores diurnas sin dormirlo por la noche
porque no se puede por el agua por la risa por leer por otro cuerpo que no

inventarlo
un cuerpo inventado
un día              brillo y otoño en crujidos frescos
otro                 tarde de sol que hierve inviernos de telas fuego almidones del sonido

maquinaria del sueño
            pluma apelmazada / de quiebre entre sí
frazadas que no acunan un cuerpo sin vuelo
hemisferio tu risa transportador de números borrados
alcanzar tu risa
escucharla
que la grites en mi oído                      descubrirla llanto

todos queremos un cubrecamas blando y plumado que cubra
el vacío /cansancio
el vacío/ aburrimiento
el vacío/sillón
y el mundo está lleno de madres cuando la prisa es otra
y se extingue el abrazo que el centro ciego aúlla
                        escuchaste bien
            mi centro ciego aúlla

surte un plasma blanco que duerme mareas de escarcha
determina medidas espaciales caminos del borde extra límite
plasma tóxico inaugura una coma
de esas que cierran
divide ausencia y pasado
averigua un nombre este plasma
averigua el mío el tuyo
no lo logra
contamina tanto artefacto
de medida
  
(Inédito)

Círculo de sales
    cambiante cíclica corola celeste
ojos de agua que piden más
                                 piden más
                                             más
giran las conchillas en el cuerpo
destrozan quemaduras de nieve
abren una piel de sweater azul
omóplato al aire
los dientes muerden el labio inferior
                                      piden más
                                              agua
                                                  más
ardor de líquido en bruma
arrancar esta costra
cápsula de sal
              que aturde tranquilidades de siesta
carpas naranjas  
peces corridos de sequedad esférica
deslizada cobija de algas
           calmar esta sed
                    que pide agua
                                        más
ese filo borde límite
        salir del agua
primero salir del agua
   antes          de                 pensar
agotar el mirar remilgado
pensar puerto/mar/cerco
            barco/ río  / tranquera
            lancha/ lago/ alambre
saber de peces azules
                             tus ojos
nadar en úteros propios
aguas saladas   envenenar tus venas
más agua
pedir más
tranquera del hambre
capota de amparos
escudo esta arena
clavada en el cuerpo
            que sangra sales
vos      yo     agua     tus venas
que es líquido
que es tinta
es trapecio
y riesgo
zambullirse
calmar
           esta
                  sed

ENTREVISTA A LA POETA ANDI NACHON (BUENOS AIRES)

ESCUCHA EL AUDIO:https://www.youtube.com/watch?v=_gCsvO5D5BE


POETAS ARGENTINOS - ENTREVISTA: CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCN RADIO. LOS MIÉRCOLES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACIÓN

ANDI NACHON (BUENOS AIRES)


 (de Goa, 2003)
lady
Tal vez porque apostamos a esas
cuestiones elegidas pero también
las dos o tres fatalidades y todo
el staff que nos soporta. Hablo de esa bolsita
flameante de polietileno, cómo protege
a la chica ucraniana
cuando cruza en la lluvia
la avenida y arrastra
el changuito de café. Ciertos asuntos: cómo esta mujer
llama belleza
a un perro tuerto.


(de Plaza Real, 2004)
Santa Lucía: hospital de ojos.

– Santa Lucía, déjanos ver.– Aquí donde esperamos todos
mientras afuera sigue febrero, su luz brillante y restan más
de cincuenta números antes, aquí, Santa
permítenos en la espera – a mí, a los otros– cierta dignidad en bordes
poco limpios inhóspitos
rincones éstos de la pública
salud y heridas

por trabajos varios, soldadoras o astilla
que es vidrio en tu ojo. Permítenos sí
ver claro cómo
esto alcanzaría para todos. A la espera con números
imposibles del cien al dos
diez cuánto
habrá más que esperar para ver? Alcanza con  el verde

pleno de febrero y alcanza para más
éste estar acá. Guardia
médica en filas iguales: mi orzuelo y el pañuelo
sangrante del hombre viejo. Son de fajina
sus pantalones y uniforme, aquí
donde también él
tendrá sus sueños cuando espera y vos
al lado le tendés otro pañuelo. – ¿Es rojo

esto que veo? ¿Tiene el dolor
algún color?– “Santa Lucía, que estás aquí
hecha por nosotros – para nos– los que en fila
esperamos qué salvación: déjanos ver un probable
tiempo para todos
donde también este penar
tenga su sitio sin apostar al empuje
del otro para hacer lugar.” Y hay algo

definitivo de barco hundido aunque alcance
el gesto alcanza, decinos vos Lucía, para en el otro
ser nosotros y así
la luz completa de febrero
no se opaque ni se sostenga más
esa regla del pobre
para otro pobre aplastar. Acá, donde parches hablan miradas

cuando no estamos ahí
donde queríamos llegar. Qué, Santa Lucía, nos podrá ya
justificar. Lavandina más espadol, el alfajor que la nena
come inquieta en un rincón. Ciento
sesenta y ocho escrito en digitales rojos, suspiros
de la impaciencia al fastidio porque nada
logra a veces ligar en dolor, ni siquiera
cierta redención. – Pero estalla afuera esta mañana
única de febrero, cualquier posible
caminata al sol, el mismo aquí, en esa

clínica privada siempre aséptica y no
la salud no se paga
no debiera negociarse eso: nuestra debilidad ante los cielos.– Santa
Lucía Santa, recuérdanos que nosotros
y los otros igual moriremos. Y alcanza
con alcanzarnos unos a otros debiera, Lucía
ser suficiente aunque la madre
da un bofetón a la nena, en esta calma chicha
tan parecida a sala previa
del huracán que borre toda

espera pero no. Vos
aquí ayúdanos a ver, no el ojo emparchado de la nena
sino que a ver

vinimos aquí lucía: solamente a vernos, los unos
en los otros ya que éste
espacio alcanzaría para todos
cuando casi esa mano
del hombre herido sobre el hombro
blando de su chica alcanza
también estas entrañas, Lucía aquí
vos despierta con nosotros.
(de 36 movimientos hasta, 2004)

Almita, levántate. Como si  pudieras
bajar el volumen, acallaras tumultos
para que no doliera, no se alcanzara ese
umbral donde todo
hace dolor. Almita: un tiempo
para que vos no seas, pierdas el péndulo
firme del juego,  su cláusula roja
“todos hacen
lo poco que pueden”. Pasemos de ello
más claramente, pasemos por esto. Almita qué cosas
negocian los días. Digamos querida
no existe clemencia
en voces pequeñas, mi vida mi alma
celebremos ciruelas
damascos y peras. Decía, almita, un tiempo
para que no seas, el minuto donde todos
hacemos
este poco que resta.

(de Volumen I, 2010)
La cura: es viernes, estoy enamorada.

Una estrella el aloe en tu terraza
permanece firme su constelación voraz: crasas
cactus y cactáceas
abiertas a la tarde en dignidad. No hay

altruismo para el día a día, la helada o el viento norte en su caída
aunque ya todo sea resto –plusvalía– suavemente florecida

su incomodidad. De ahora en adelante buscarás
ligereza, liviandad
machacando a la manera de esos globos
fiesteros que al ascenso vemos a lo lejos
volar liberados por otros quién sabe hacia dónde

con augurios de buena fe o sencillamente
cierta felicidad. Más preciso: esos que aman

a la persona correcta y lo saben o mejor
todavía quienes aman
incorrectamente lo saben y deciden
amar igual. Criaturas raras

estas flores carnosas: rosas intensos, ásperos violáceos y espinas
claro que flores al fin, flores igual. Su aparición inesperada
este corto trajinar. Cada tarde

un final con su principio
el atardecer al oeste siempre y definitivamente
la pérdida resulta simple y a perder se aprende. Caerán las flores
algunas damas caerán: algo manchadas
al piso y despatarradas. Pero este viernes

mejor elegir ese instante del alóe
brillante contra las sábanas aireadas
su sincronización ordenada: tanta fe
para mantener una estación, esta temporada.

(de La III Guerra Mundial, 2013)

Soy buena copiloto, aunque no lea mapas y pasen
los carteles a la velocidad de la luz

nunca me duermo ni dejo solo
al conductor con su magia
en avanzada constante. Soy

buena copiloto y ya: desde los cuatro lo sé y cada
viaje o este único
largo viaje interminable

con su movimiento marcan
su propia realidad. Cuando fui chica la familia
nucleaba en su chevy naranja
el terror de la huida. Ahora

como toda copiloto sé
no hay viaje sin fuga y nada hay
que no haya
empezado en algún dolor.

                                                                                                          (de Viernes de chicas, 2016)

De un lila deslucido, sorprendentemente tenue, irrumpe esta minucia
estalla en pétalos y de vuelta
te trae a mi lado. Caminábamos por Combate cuando el aire
todo perfume se hizo presencia tangible y vos dijiste “un paraíso

como el de casa, en el jardín”. Solamente en tus palabras
veré ese fragmento de pasto, la familia canina o vos
y tu cara que sé
sonriente al teléfono al sostener “algo

de esto aprenderé”. Zorro viejo yo, en aprendizajes
no tengo tu fe y desconfío
tozudamente de cualquier dolor. Sólo estalla, en himno el mismo paraíso y pienso
en esa casa que no,

no conoceré. De repente visibles, por todos lados, estos árboles altos
flores minúsculas y la verdad filosa de ese aroma
que una tarde nos unió.  Morita me mira y pregunta si estoy triste
Uñas violetas, minúsculas: sacudís diez dedos
en alegría desnuda
la nena que hay en mí no puede
más allá del único deseo: buena fortuna

para el baño japonés que propicia nuestro encuentro. Minúsculas
tus uñas violetas poco saben
más allá de esto
agua tibia, espuma y vos
decís burbuja. Me río y te llamo manatí

así todavía en mí, la nena
de amor poco supo y menos del ejercicio
que ser amada implica. Entrenamiento
este chapoteo: pataleás feliz el agua tibia

tu cuerpito sobre mí todo sonrisa. Violetas
las uñas de tus pies, las de mis manos
violetas también. Nunca tan cerca
nada antes y nunca tanto el riesgo. Asciende vapor

al ritmo frágil de la canción: uñas violetas gritás de nuevo
media lengua compartida una
otra otra vez y así
para vos este único deseo: amor suceda siempre
a cada encuentro.

martes, 1 de octubre de 2019

ENTREVISTA AL POETA JAVIER ROMERO (BUENOS AIRES)

ESCUCHA EL AUDIO:
https://www.youtube.com/watch?v=gQLI5QEJpRw


POETAS ARGENTINOS - ENTREVISTA: CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCN RADIO. LOS MIÉRCOLES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACIÓN

JAVIER ROMERO (BUENOS AIRES)

SOBRE VINOS Y DRAGONES
Una cosa trae a la otra,
y a la otra,
y esta a otra,
y a la otra, y así,

hasta que te perdés...
como si comenzases
a recordar un río y,
de pronto,
comenzás a tener sed...
y más sed,

hasta que tomás un vaso
y vas
hasta la heladera
y buscás la botella de agua...
y no hay agua...
hay un vino que
siempre te guardaste para algún momento especial,
para impresionar,
momento que nunca te llegó,

y pensás:
"¿Y si mañana me muero?
¡Qué digo mañana!
¿Y si hoy me muero?"
Y ella nunca vino.
y la otra nunca volvió.
"¡Má sí!"
Así pasé
de los dragones a la música,
como del agua al vino.

Perdedor
El hombre
trabajó de sol a sol
de niño,
de changarín,
de peón,

de obrero.

Ausente de escuela,
el derecho lo acalló por economía

y se cayó más allá de toda pobre línea.

Su roperito
de hilachas
y de sobras
sabe menos de mudas
que de esas mudanzas

que entraban en una bolsa.

Perdió las palabras
que nombraban a sus lágrimas
que contó tantas noches de insomnio
como a corderos
que no saltaban,

cansados de flacos.

Solo, él y su alma
se quedaron
con la intemperie como único tesoro heredado,
con el recuerdo de olvidar a una mujer
y el de unos hijos que lo viven muerto,

(pero bien).

Al perdedor hasta el futuro
lo abandonó
varias veces
varias veces
en nombre de tantas revoluciones

productivas.

Hoy
puede mirar a las nubes o al sol
malherido,
rico en nadas con una caja de cartón,
un mendrugo entre las manos
y un perro

que solo lo tiene a él.

Amigas
Hace diez años
en el mismo día,
a la misma hora,
en el mismo lugar
ellas cenan
en la misma mesa,
frente al mismo ventanal

a la misma calle.

Piden al mismo mozo
la misma pizza,
la misma cerveza,
tienen las mismas charlas,
las mismas sonrisas,
las mismas miradas a los hombres bellos

con los mismos cuchicheos...

Y miran,
cómplices siempre,
a la misma
silla...

vacía.

Muerte
Viene
lentamente desde Finisterre,
viene
trotando su caballo
escarchado de fuego.
A buscarme viene
desde antaño lejos.
Decidida ha de mudarme

a tierras de misterios.

Sombra que persigues
a incautos,
a olvidadizos
y a negadores,
funesta vienes
a cercenar caminos
y horizontes,
vienes a decapitar amores

como a claveles.

Y yo soy menos que un clavel.

Podrás, Señora,
helarme el corazón de miedo,
pero no podrás acallar

tanto fuego.

El día
La noche,
se va,
se va...
De noche
el sueño

y la paz...
Se van...
Se van...
Solo un perro
perdido
se va,

se va...
Solo sólo
se va...
Se va...
La noche
se va,

se va...
Canina
se va,
se va...
Rotunda
se va,

se va...
Moribunda
se va

y se va...
Muda
se va...
Y se va...


Callada...

Cuentos puros
Había una vez...
Hace muchos, muchos años...
Allá lejos y hace tiempo...

Según cuenta la leyenda...
Érase una vez...
En un lugar muy muy lejano...
En un reino perdido...

Cuentan que cuentan que contaron...
En cierta comarca hace muchísimo tiempo...
Cuentan que hace muchos siglos...
En tiempos muy muy remotos...

Cuentan que hace mucho...

... Y así pasó mi vida,
Entre cuentos de...

Y otros cuentos de...

Hasta que decidí
volver
a mi primer amor:


la poesía.

Claroscuros
Oscura noche te convocamos
En este aquelarre
De los súbditos de las artes y las ideas.
Somos aquellos buscadores
De luces entre tantas sombras,
Somos aquellos reproductores de esos viejos deseos

Que Platón vislumbró desde su caverna.

En este rito,
En este día de Venus,
Nos extasía mezclar en esta pócima humana
El amor y la belleza y la locura
Y la razón y los placeres y corazones,
Y sazonarlos con nuestras luces,
Con nuestras sombras,
Con nuestras tragicómicas vidas
Agridulces de eufemismos,
Y lograr con esta magia algo tan fácil
Como tan difícil:
Cambiar nuestra rutina

Por algo de jarana.

No pienso aburrirlos
Con ningún mito infinito
Que verse: “En un principio fue la oscuridad...”.
Ni con ninguna teoría irracional:

“Comenzó con un big-bang...”

Contaré, sencillamente,
Que en mis principios
Todo blanco o negro era,
Que despreciaba los dudosos
E indefinidos grises.
Y que como siempre sucede en los caminos
El prisma fue un amor
Que desarmó mi tosquedad,
Y deslumbró con su arco iris,
Luciendo solamente una mirada soleada
Que se hundió como un puñal de flores

en la oscuridad de mi alma.

Hoy florecen como grillos

En mi pluma estas palabras.

Déjà vu fácil
Ellas y Ellos
no pidieron caer en el mundo público
no pidieron un chirlo en las nalgas
no pidieron naufragar entre lágrimas secas
desterrados del vientre que los trajo
se beben la ambrosía de los pechos
se cagan en el globo multimillomedio
que ciega el aire con sus luces
que significa valores y sentidos
que los mantiene en la oscuridad mirando
son los pecadores
que vinieron del atraso desnudos
son los mahatmas
que partirán temprano desnudos
con nada que perder
con nada que ganar
con su inocencia violada
entre balas que vienen
surcando las calles
entre balas que van
sembrado holocaustos
arando sus vulnerables destinos
en un jardín de infantes mudos
qué fácil es el déjà vu qué fácil
qué fácil es nacer culpable
con penas de hambre
con penas de sed
con penas a latidazos
descorazonados
nacidas no tienen derechos
crecidos no tienen padres
educados no tienen verdades
desamparados no techo no amor
solo un frío estigmatizado
qué fácil es el déjà vu qué fácil
la más cándida sangre roja
hierve y se derrama
en hospicios vacíos
en precipicios llenos
única riqueza ajena
que derrama la nobleza patricia
que encausa sus ríos de sangre verde
acopiados entre secretos inimputables
en paraísos fantasmales al Norte
es tan fácil gatillar
a la miseria cero
menos por más
más con menos
es tan fácil
el futuro cipayo fácil
tan fácil este déjà vu tan fácil
sin ley y sin orden
como arrasar con la hoz
a las flores más frescas
de las Primaveras