martes, 25 de junio de 2019

ENTREVISTA A LA POETA BEATRIZ ARIAS (BUENOS AIRES)

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https://www.youtube.com/watch?v=YHMyYkyWzGA


POETAS ARGENTINOS: ENTREVISTA CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCN RADIO. LOS MIÉRCOLES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACIÓN http://bcnradio.com.ar/

BEATRIZ ARIAS (BUENOS AIRES)

Al fin, uno pierde
los geranios despiertos,
la luna que se muere,
los árboles que tiemblan
y la llovizna leve.
Al fin, uno pierde
una reciente sombra
sobre el hombre dormido,
la solitaria casa,
los muertos infinitos,
el sueño afiebrado del verano
y los otoños
oxidados de ausencias.
Al fin, uno pierde
una mesa desierta,
un hombre repetido
en todos los espejos;
y los ojos abiertos
en medio del océano.
Al fin, todo se pierde
salvo alguien que nos nombra.

...

Seguramente habrá ojos despiertos
para descifrar un poema
en la mitad de la noche.
Yo bailaré en los rincones de la casa
para volver en la oración del grillo
o en el libre resplandor
de una luciérnaga,
o en los húmedos pétalos
recién nacidos del geranio.
El invierno
derramado de aves amarillas
abrirá sus dos alas de hielo.

...

Cuando salgas a correr
detrás de la vorágine de plata
que destila el día,
me verás de rodillas
frente al mar vidrioso, interminable,
bautizada por el último rocío
de las horas nocturnas.
Me verás acorralando el viento
con las manos abiertas,
como abiertos pájaros que huyen,
como sedientas bocas
que sueñan con el sabor del río.
Cuando salgas
detrás de la vorágine de plata
que destila el día, 
me verás en el centro del crepúsculo
haciéndole otra vez
apuestas a la muerte.
...

A veces la mano de la luz estira las fechas y los nombres
con sus largos guantes amarillos
y el ángel excede los brazos
y el pensamiento
comulga con la eternidad.

...

Cada hombre sabe de su noche, de su cuento ovillado,
de su alforja de miel,
la mirada que conquista el día guarda un
concierto de relámpagos,
es siempre un abanico de espejismos,
cada reflejo entrega su flecha dilatada
que acierta en algún punto del espiral del tiempo
la vida se instala sobre su línea de oro y estamos
frente al árbol, jugando en sus engranajes verdes,
huyendo de la última melodía
que nos persigue con sus hilos de alambre.

...

Me hundo en tu boca trágica de noche y de
intemperie, de ciudad esquelética de casas  sin
jardines, memorizo las antiguas edades que
lleva tu tristeza, trato de entender en el
molde de tus manos esa eterna pelea con la
lluvia. Después regresaré por un camino
transparente
   para leerte todos los colores,
   para jugar en el tablero cotidiano
   algunas palabras que tallen con luz
   tus ojos.




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