https://www.youtube.com/watch?v=rzGWwwUtOwA
POETAS ARGENTINOS: ENTREVISTA CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCNRADIO. LOS MARTES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACION http://bcnradio.com.ar/
CLAUDIO ITZA (BUENOS AIRES)
La acción de la escritura posee un deseo innato, una compulsión irrefrenable cuya finalidad es la obra de arte.
Este proceso puede consistir en un fruto desechable, pero
llevarlo a cabo te llena de felicidad.
Por lo tanto uno de los fines de la escritura es la
felicidad. De realizar una obra de arte con la ingeniería de la palabra y con
el concurso del lector y sus puestas en común con el objetivo del escritor.
Es además, aunque pueda esto ser incomprobable, un proceso de
curación del alma.
Vaya esta narración como ejemplo de lo que digo:
“Un niño con el alma en
la mano”
Un niño llega caminando con su alma en la mano, un alma hecha
jirones, golpeada y sin aliento, hasta el público que ocupa las gradas para
mejor ver el espectáculo, del alma de aquel.
Llega por el camino, es día y la llanura está iluminada por
el otoño, no hay posibilidad de perderse detalle y la comunidad está ávida de
espectáculos semejantes, de los que trae el circo del mundo, donde sus
fenómenos son curiosos, irreales, poco comunes.
No tiene más de seis o siete años y sus recuerdos le
acompañan, las aves del monte, algún perro con mirada de niño, su madre, sus
hermanas, las cuales también han venido y le esperan afuera, del lugar donde el
niño debe conjurar las palabras por las cuales se amontona este público, estas
personas desconocidas.
Le ha dicho el viento quizás, no lo sé, o su niñez
embriagada, o quizás es un error, pero este día ha sentido el impulso
irrefrenable de salir, de transcurrir la distancia del tiempo y preguntarle a toda
esa gente que se halla en las gradas del circo, preguntarle si alguien sabe
además, arreglar su alma, componerla, si tan solo puede unir algún pedazo con
buen hilo, o por lo menos decirle porqué.
Algunas personas sonríen, otras lloran quedamente, otras han
cerrado el libro para poder gritar, otras discuten entre sí, todas están de
acuerdo en condenar. Pero no saben el porqué, nadie ha dado una respuesta.
Entonces el niño con el alma en su mano siente que la
tristeza lo va a acompañar un largo trecho y que no hay nada que se pueda
reparar, hace una reverencia y se agacha, toma un pequeño elemento del suelo,
un palo quizás, un lápiz diría más bien y escribe su primer poema en el polvo,
en las hojas de tierra del mundo que lo está mirando y se seca las lágrimas con
el dorso de la mano y comprende que ya nunca más, que nunca más volverá a estar
solo y confundido.
Un guijarro
de Dios
“todos los hombres son pequeños y están unidos a la tierra por un delgado
haz de morera” (Pablo Ohde)
los que pueden ver y aún más los cegados por la belleza (ese ángel terrible) han intuido su proximidad
los días del silencio
largas caravanas de sal
lejanos puertos en donde estaba el día
la distancia permanece en el alma
y nos da destino de diáspora
pronto seremos nosotros
seremos los dispersos
a semejanza de Dios que está en todas
las cosas
un guijarro de Dios
una medida de Dios
ir en busca de la espuma del mar
y el rumor en las hojas
ser un leve movimiento de Su mano
para que las estrellas nos habiten
podremos soñar esos lugares y ser
y estar en todos al momento
para ser dios
ser viento
ser la infinita arena
la perla escondida en la tormenta
las incontables tardes de los que se
hallan
con el ser de las cosas que vuelven
y viajar con fuerza y velocidad de un
pez
con su misma alegría de habitante del
mundo
en el trono de los barcos naufragados
que nos esperan aún en el lecho marino
profundo como una constelación
de pie en su puente
de pie en su quilla y señalando un punto
del horizonte
un navegar inalcanzable y eterno
mendigo de su piel de escama
de su garganta de fiebre y su licor
extenuante
los días del otoño
el color
un aroma como un recuerdo
una habitación para el hombre
la nave colosal que lo libera de su
pesada carga
y ser un niño
y olvidar todo esto
poder respirar finalmente
leve como un suspiro
sin ataduras ya
nada para pensar ni para obligarse y
no poder articular palabra alguna
solo miradas y sonrisas
y el amor
que llega como una novia esperada
o una madre que regresa
a nuestros brazos
con un leve aleteo
o una caricia del sol en esta tarde
de este destino ya no quiero volver
habré de envejecer en tus ojos
me volveré luciérnaga en tu playa
en el descanso de tu falda
desde la noche en que tu risa traspasó
los umbrales y me alcanzó
y me dotó de luna sé
de lo innecesario de mis fatigas de la
incomprensión
somos fantasmas eternos
aturdidos muchas veces por el rumor del
mar
ensimismados
y tan tristes que al verlos se anuda la
garganta
fantasmas solitarios
que debiéramos partir ya y terminar de
una vez
soltar la amarra que nos posee y nos
sujeta
a esta confusión que cada día
nos vence una vez más
Mi Madre y las cigüeñas
han vuelto las cigüeñas
las he visto con inmensa alegría
docenas de ellas
dispuestas a lo largo del camino varias millas delante
es el mundo que permanece en su belleza
luchando por mostrar un rasgo de felicidad
cuyo fin es perdurar para nosotros
han vuelto las cigüeñas y con ellas revive la memoria
de la felicidad que nos ha visitado
en otras costas
como un mar que vuelve su mirada
y con mi madre no hemos hecho más que reírnos
y mirar al cielo como a un pequeño secreto indescifrable
hemos caminado junto a la hierba y a las madreselvas
que se descubren desde mucho antes por su aroma
y mis hermanas nos cuentan de las flores y de otro jardín
que florece en sus mentes…
este es un buen lugar para vernos en el espejo de la nostalgia
y aunque ya no están allí los altos eucaliptos perfumados
que solíamos amar
y aunque mi madre adorne ya el cielo con sus manos
que son rudas y que acarician mi mejilla de niñez
he decidido no permanecer en otro lugar
porque mi alma siente su abrigo y su ternura
han vuelto las cigüeñas y puede que signifique algo más
que un llegar y partir
cómo saben hacer las cosas de este mundo
puede que sea distinta esta llegada
ligada como está la vida a tanto cambio
y quede para siempre eternizado
el momento del ser y la alegría
¡si las vieras Madre, si las vieras ahora!
podrías pensar lo mismo
han vuelto y pretendía
que como ellas tú volvieras también
es necesario y sería oportuno además
que vueles junto a ellas
porque en tus alas descansa mi dolor
y porque a veces me derriba
un emigrar de fiebre que vuelve y no me deja…
han vuelto las cigüeñas
las he visto con inmensa alegría
docenas de ellas
dispuestas a lo largo del camino varias millas delante
es el mundo que permanece en su belleza
luchando por mostrar un rasgo de felicidad
cuyo fin es perdurar para nosotros
han vuelto las cigüeñas y con ellas revive la memoria
de la felicidad que nos ha visitado
en otras costas
como un mar que vuelve su mirada
y con mi madre no hemos hecho más que reírnos
y mirar al cielo como a un pequeño secreto indescifrable
hemos caminado junto a la hierba y a las madreselvas
que se descubren desde mucho antes por su aroma
y mis hermanas nos cuentan de las flores y de otro jardín
que florece en sus mentes…
este es un buen lugar para vernos en el espejo de la nostalgia
y aunque ya no están allí los altos eucaliptos perfumados
que solíamos amar
y aunque mi madre adorne ya el cielo con sus manos
que son rudas y que acarician mi mejilla de niñez
he decidido no permanecer en otro lugar
porque mi alma siente su abrigo y su ternura
han vuelto las cigüeñas y puede que signifique algo más
que un llegar y partir
cómo saben hacer las cosas de este mundo
puede que sea distinta esta llegada
ligada como está la vida a tanto cambio
y quede para siempre eternizado
el momento del ser y la alegría
¡si las vieras Madre, si las vieras ahora!
podrías pensar lo mismo
han vuelto y pretendía
que como ellas tú volvieras también
es necesario y sería oportuno además
que vueles junto a ellas
porque en tus alas descansa mi dolor
y porque a veces me derriba
un emigrar de fiebre que vuelve y no me deja…
Escrito en la suela
se maravilla el poema al ver
se maravilla el poema al ver
el rostro se inclina en el oído de las palabras nuevas
y otra vez
somos bestias de mar hacia la costa
y otra vez
somos bestias de mar hacia la costa
en la viña
la uva recién dejada de su amarra espera la cosecha
para el vino más joven
vendrá después el momento del tonel y del silencio
más sabio aún el vino
supo valerse de la magia y el encanto
dos mil años antes en Galilea
sin que el paso del tiempo fuese obstáculo
la uva recién dejada de su amarra espera la cosecha
para el vino más joven
vendrá después el momento del tonel y del silencio
más sabio aún el vino
supo valerse de la magia y el encanto
dos mil años antes en Galilea
sin que el paso del tiempo fuese obstáculo
un simple gesto de La Mano de un
judío
logró su inmortalidad en un instante
felices los convidados de tal suerte
porque el vino es casi un milagro de la embriaguez
logró su inmortalidad en un instante
felices los convidados de tal suerte
porque el vino es casi un milagro de la embriaguez
que se conoce como a la amistad
luego de recorrerla
en su reino no hay nada más placentero
que tirarse a esperar a la sombra de aquél árbol
luego de recorrerla
en su reino no hay nada más placentero
que tirarse a esperar a la sombra de aquél árbol
que nos cobija del exceso y de la
curiosidad
extendido el mantel con nuestros más preciados manjares
el pan horneado ligeramente tibio
un trago de vida que nos justifica junto al paso del sol
extendido el mantel con nuestros más preciados manjares
el pan horneado ligeramente tibio
un trago de vida que nos justifica junto al paso del sol
la caricia de la hierba en el lecho del
viento
la canción, la sonrisa ligera
los años de la juventud elegidos para el azar
cada instante una encrucijada
la canción, la sonrisa ligera
los años de la juventud elegidos para el azar
cada instante una encrucijada
un paso de coral
cierta belleza que acechamos a tientas
la certeza que nos apabulla en las garras de la incredulidad y del interrogante
para que nada nos ocurra sin el albur de la casualidad
cierta belleza que acechamos a tientas
la certeza que nos apabulla en las garras de la incredulidad y del interrogante
para que nada nos ocurra sin el albur de la casualidad
o el capricho de la indeterminada
suerte
que es de los ociosos y de los tristes
que es de los ociosos y de los tristes
librémonos de esa carga
que nos oprime el tardío corazón
que nos oprime el tardío corazón
para qué tener más de lo que nos pide la
piel
bebamos, bailemos y sepamos elegir a tiempo
que no es la tardanza o la inquietud la que nos ocupa
por su desnudez y sus mudanzas
bebamos, bailemos y sepamos elegir a tiempo
que no es la tardanza o la inquietud la que nos ocupa
por su desnudez y sus mudanzas
sino este instante de sol tan magnífico
la certeza de que no hay nada de lo poco o mucho que sepamos
que varíe una milésima de segundo nuestra decisión
de ser felices, de ser ligeros y adolecer
la certeza de que no hay nada de lo poco o mucho que sepamos
que varíe una milésima de segundo nuestra decisión
de ser felices, de ser ligeros y adolecer
para que una mañana nos encuentre, por
esta suerte
en brazos de una joven muchacha
que cante con nosotros y nos recuerde aquella
que todos amamos
en brazos de una joven muchacha
que cante con nosotros y nos recuerde aquella
que todos amamos
la que quizás vuelva algún día a
nuestros brazos
atardecida de luna, enamorada, embriagada de amor
como un rayo de luz
para nosotros, los que tal vez, los que nunca, los que algún día
ah, mi buen Dios, cuán poco vino queda ya del día
y de nosotros quién sabe qué será
se hace imperioso el beber lento, lento
para que ese recuerdo sea el único atuendo
atardecida de luna, enamorada, embriagada de amor
como un rayo de luz
para nosotros, los que tal vez, los que nunca, los que algún día
ah, mi buen Dios, cuán poco vino queda ya del día
y de nosotros quién sabe qué será
se hace imperioso el beber lento, lento
para que ese recuerdo sea el único atuendo
que luzcamos al final
como se llevan
las mejores conquistas merecidas
las mejores conquistas merecidas
Elijo ser Coral
Morir
Y luego otro ser que
empieza
Otra vida
Otro instante del
amado mar
Elegir un barco una
estela un puerto
Las manos que devoran
el timón
Una isla un
archipiélago
Ser Coral
Despertar un día de
sol en el humor salino del océano
Con un brazo en el
lecho marino
Profundo como una constelación
Atravesar los siglos
como banco de corales
Visitado por
criaturas
Tan pequeñas
Tan frágiles como la
casualidad
Soy Coral
Me habitan especies
me devoran
Cazan un amanecer
tras otro
Una tormenta que
nunca te alcanza
Que siempre te busca
Tan hondo que duelen
las manos de llegar
Soñé un arrecife de
Coral
Dormía entrelazado
con el ser de las cosas que vuelven
Iba en la corriente
con movimiento de pleamar
Soñé con peces que se
visten de hoja y se mueven ondulantes
Con algas que se
convierten en fiero cazador
Creación del peligro
que posee la belleza cuando sube al color
Un día cualquiera
pude elegir la lentitud de los milenios
Para despertar como
islote emerger en la roca
Despertar para el
sabor de la sal
Para el plumaje de
los habitantes del aire
El roce del tiburón
que busca la presa
Infinito nacimiento
vida emboscada
Una capa encima de
otra lenta lenta
Imperceptible abre
paso para beber la luz
Sube a la música y
estalla
Por el canto
Antes no tenía
elección
Ahora he soñado que
vuelo
Floto por encima de
la atadura del mundo y su condena
Cedo mi lugar ese que
he incubado en un instante de
inteligencia y verdad
Elijo ser Coral
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