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POETAS ARGENTINOS: ENTREVISTA CLAUDIA AINCHIL. PRODUCCIÓN CAMILA SUNICO. OPERACIÓN TÉCNICA: BCNRADIO. LOS MARTES DE 20 A 21 HS. POR LA RADIO DE LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LA NACION http://bcnradio.com.ar/
JEREMÍAS VERGARA (NEUQUÉN)
Recuerdo De Un Padre
Te recuerdo a ti
en el bosque cabalgábamos.
Recuerdo la niebla que posaba sobre la maleza,
la montaña nublada.
El bosque verde nos albergaba
con su vida.
La niebla acariciaba nuestros rostros
con su esencia,
el olor de la mañana.
Recuerdo nuestro reino
tú me lo mostraste.
Recuerdo tu rostro orgulloso
tus ojos como el agua cristalina,
tus cabellos los rayos del sol
como nuestro dios tu barba.
Recuerdo cabalgar a tu lado,
tu zaino las estrellas lo llamaron Bronco,
bufaba y galopaba,
su sangre pura así lo demandaba,
un animal divino.
Recuerdo galopar a tu lado
cuando los gritos de la muerte
vinieron por nosotros,
ver la sangre atravesar la tierra.
Recuerdo las sombras,
aspecto humano y en sus rostros la cruz.
La sed de sangre
pintaba las líneas de sus harapos,
líneas gruesas rojas.
Recuerdo a ti empuñar la espada
defender a tu gente, dar la vida.
Recuerdo verte marchar
a la altura de las rodillas
de una hombre normal,
a la altura de un perro chacal,
intimidarte jamás aún así
¡Jamás!
Recuerdo tu mirada
tus ojos diciendo la verdad,
que pronto ya no estarías.
Recuerdo verte partir
sin miedo.
Recuerdo verte marchar
con tus ojos firmes, con tus labios secos,
sin gotas de rendirte, con tus cabellos dorados
con el sol a tu espalda.
Tú sabías de mí
lo único por lo que nunca te rendiste.
Recuerdo ver marchar
a mi pueblo bajo la cruceta.
Encadenados, humillados
arrancados de su tierra
como brote de mala yerba,
solo por creer diferente
bajo la mirada alta de los cerdos.
Cerdos de sotanas,
sotanas que pintaban de negro,
que por dentro alimentaban sus demonios.
Ahora recuerdo ver tu cuerpo
aún parecías de pie
solo las rodillas te mantenían en oscilo.
Empuñabas el acero
estaban tus dedos llenos de muerte
sin aliento.
Recuerdo tu amor,
tu cariño paterno,
un ejemplo para mí.
Un funeral digno.
¡Un funeral de rey te di!...
Te dejé partir
ardías con la madera,
hacia el fin del mar.
En la roca escribí
en el menhir,
tu nombre y el de tu corcel,
las runas dirán quien fuiste.
Ahora ve a Valhala,
¡Cabalga!
En el bosque siempre te recordaré
entre los árboles te veré
tu potro te cargará ve a Valhala
tranquilo, con la paz
con la paz en que te fuiste.
Recuperaré lo nuestro,
tus tierras, nuestra gente.
¡Ve!...
Que las runas dirán quién fuiste.
¡Ve!...
Odín espera por ti,
¡Ve!...
No te preocupes por mí,
mi corta edad me lo ha mostrado
aún mjolnir bajo mi ropa esta,
cuida de mí
el dios del trueno,
la cruz quebrará pronto.
Oscila, cae, ellos mismos
sus fieles, sostienen la máscara
¡Falsos!...
Solo la riqueza aman,
ellos son los bárbaros,
mueren por limosna
matando a los infieles.
¿Por qué amar sus creencias
cuando tenemos las nuestras?
Mueren por un dios,
un dios que los abandona
¡Escúchame!
Arde su morada
está cumplido y no fue el rayo,
fueron ellos mismos.
Recuerdo lo que me has enseñado
el amor a mis creencias,
el amor de un padre.
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